Un poco de historia
Ambato que viene de la palabra antigua Hambato, que significaría la Colina de la Rana. Hambatu o Jambatu proviene de la lengua quichua, que designa a un renacuajo propio del río que cruza la urbe. Al romper una curva en el camino aparece la ciudad de Ambato, capital provincial delimitada por el río de su nombre. Al ingresar en la ciudad se aprecia una serie de industrias, sobre todo de curtiembres y un sinnúmero de casas comerciales, luego una frondosa avenida seguida de la estatua de Montalvo, dan al viajero el saludo de llegada.
Esta Ubicada a 128 Km. al Sur de Quito, rodeada de hermosos volcanes y nevados como el Tungurahua, Chimborazo y Carihuayrazo; de clima templado y radiante, asentado sobre un sistema de terrazas en diferentes niveles y topografía irregular, atravesado por el río de su mismo nombre y rodeado por lomas y colinas que están cobijadas por innumerables jardines de flores y frutas.
La ciudad de Ambato, en cuanto a su arquitectura, es relativamente nueva; esta ciudad ha tenido que reconstruir en varias -ocasiones sus edificios públicos y casas de vivienda debido a los fuertes movimientos sísmicos. El terremoto de 1949, fue desastroso para la ciudad y es por ello que se encuentran pocos edificios antiguos. Sus calles son alegres y bulliciosas; existe un intenso comercio, sobre todo el lunes, que es día feriado Ambato, ciudad comercial y de variada arquitectura, conocido como la ciudad de las flores y frutas.
La ciudad de Ambato, en cuanto a su arquitectura, es relativamente nueva; esta ciudad ha tenido que reconstruir en varias -ocasiones sus edificios públicos y casas de vivienda debido a los fuertes movimientos sísmicos. El terremoto de 1949, fue desastroso para la ciudad y es por ello que se encuentran pocos edificios antiguos. Sus calles son alegres y bulliciosas; existe un intenso comercio, sobre todo el lunes, que es día feriado Ambato, ciudad comercial y de variada arquitectura, conocido como la ciudad de las flores y frutas.
Desde 1951 se realiza anualmente la fiesta de las flores y frutas que incluye un festival nacional e internacional del folklore, varias ferias del arte, festivales del teatro, danzas y canciones, coches adornados con las flores y la fruta, una bendición del pan y la celebración de la noche con los delegados nacionales y no nativos.
El turista puede encontrar en esta ciudad la tranquilidad provinciana y el movimiento del modernismo, confundidos en una expresión ecléctica de contenido y forma. Existen algunos lugares de importancia histórica, monumentos y parajes conservados cuidadosamente, los más importantes son: Atocha y Ficoa, en donde todavía yace en el espacio, la presencia de Montalvo y Mera. En Atocha existe la Quinta de Mera. El visitante, al llegar a su interior, tiene la impresión de que el tiempo se ha detenido al inicio del siglo XIX y que se encierra en sus cuartos y pasillos un hálito de respeto, los jardines que constituyen el complemento de esta residencia son hermosos y variados. Por una escalinata de cantos puede bajarse hasta el río Ambato, en medio de una frondosa arboleda, muchos de cuyos árboles tienen más de un siglo de existencia. Al otro lado del río y un tanto más al norte se encuentra el Socavón, lugar histórico, ya que allí se efectuó la primera fundación de Ambato y en 1948 fue escenario de un enfrentamiento militar por problemas políticos nacionales. En los actuales momentos es un sitio completamente remodelado de recreo y balneario; es muy concurrido sobre todo los días domingos.
Ambato es conocida como “La Tierra de los Tres Juanes” en virtud de que en su seno nacieron los Ilustres Intelectuales Juan Montalvo, Juan León Mera y Juan Benigno Vela.
El espíritu laborioso y emprendedor de su gente le ha permitido consolidarse como una ciudad eminentemente comercial, adornada con singulares características naturales y geográficas que la constituyen en la “Tierra de las Frutas y las Flores.
Ambato es conocida como “La Tierra de los Tres Juanes” en virtud de que en su seno nacieron los Ilustres Intelectuales Juan Montalvo, Juan León Mera y Juan Benigno Vela.
El espíritu laborioso y emprendedor de su gente le ha permitido consolidarse como una ciudad eminentemente comercial, adornada con singulares características naturales y geográficas que la constituyen en la “Tierra de las Frutas y las Flores.